Se entiende que el papel de las naciones, la política y más especificamente de los gobiernos en los así llamados países democráticos, es de actuar como la representación legal y elegido del país en cuestión y de buscar el nivel más alto de bienestar y justicia para todos.
No obstante, en las últimas decadas las naciones han ido perdiendo rápidamente su papel líder en los asuntos globales a los piratas financieros, las bolsas y las corporaciones industriales.
En vez de que las naciones le digan a la industria qué cosas hacer, ahora son los 'mercados' que le dicen a los gobiernos, a través de los "lobbies" agresivos, cómo comportarse. Esto incluye la creación de leyes que son completamente favorables a lo que las grandes industrias demandan, incluso si va en contra del sentido común, la voluntad del pueblo o la salud global, tanto de la sociedad como del planeta.